Otra noche de grillos y ranas (Another night of crickets and frogs)

Otra noche de grillos y ranas cerca de la laguna, en La Matera, el 8 de abri de 2025, carca de las 11 y 43 pm. El registro fue realizado con ZOOM H6, usando la cápsula MS (Mid-Side). Luego fue editado con Audacity 3.7.3. El archivo wav original (96 kHz 24 bits) fue exportado en formato Ogg Vorbis (calidad 10, 534 kbps), una vez editado con Audacity.
Another night of crickets and frogs near the lagoon, in La Matera, on April 8, 2025, around 11:43 pm. The recording was carried out with ZOOM H6, using the MS (Mid-Side) capsule. It was then edited with Audacity 3.7.3. The original WAV file (96 kHz, 24-bit) was exported in Ogg Vorbis format (quality 10, 534 kbps), after being edited with Audacity.

Hay en el corazón humano una generación perpetua de pasiones; de suerte, que la ruina de una es casi siempre el principio de otra. Reflexiones o sentencias y máximas morales de M. el duque de La Rochefoucauld (1824) - Narciso Alvaro.
Reflexión:
Retrata al corazón -metáfora del alma humana- como un hervidero perpetuo, un manantial que no cesa de brotar deseos, afectos, apegos, envidias o esperanzas, en un ciclo sin descanso ni redención… La pasión, en esta sentencia, no se extingue, solo se transforma. Así como la energía no desaparece sino que cambia de forma, el deseo muta, pero nunca cesa. Aquí aparece una idea clave: la caída de una pasión no nos deja vacíos, sino que abre la puerta a otra. Ejemplos ilustrativos:
-El amor frustrado puede dar lugar al rencor.
-El orgullo abatido puede transformarse en ambición.
-El miedo vencido puede convertirse en crueldad o venganza…
La Rochefoucauld parece advertirnos que incluso las pasiones aparentemente virtuosas pueden ser apenas derivaciones disfrazadas de otras más egoístas:
-La compasión podría nacer del deseo de dominio moral.
-El perdón, de un orgullo altivo que desprecia al ofensor.
-La generosidad, del deseo de ser admirado.
Este pensamiento se vincula con otra máxima suya: “Nuestras virtudes no son, por lo general, sino vicios disfrazados”. Así, lo que parece noble es solo una pasión más, vestida con mejores ropajes.La Rochefoucauld pinta al corazón humano como una usina inagotable de deseos, cuyas llamas nunca se apagan del todo. Desde esta perspectiva, el equilibrio moral no está en extinguir las pasiones, sino en conocerlas, desconfiar de ellas, y regularlas con una lucidez sin autoengaño.